Plomo en los bolsillos

Qué joya. Plomo en los bolsillos, de Ander Izagirre, es un libro delicioso y cautivador sobre el Tour de Francia, la más mediática y relevante carrera ciclista por etapas del mundo. La ronda gala ha regalado en sus más de cien años de historia no pocas historias impresionantes que el autor narra con brillantez y sin dar respiro al lector, que avanza las páginas de esta obra breve entre el asombro y la fascinación. Es una maravilla de libro que los amantes del ciclismo gozamos especialmente y que nos abre el apetito por acercarnos a más obras de literatura sobre el más bello deporte.
 
Nos cuenta este libro, cuyo subtítulo capta la esencia de la obra (malandanzas, fanfarronadas, traiciones, alegrías, hazañas y sorpresas del Tour de Francia) distintos momentos de la historia de la carrera gala, empezando por su creación a cargo de Henri Desgrange, el patrón de la prueba en sus primeros años y su creador. El Tour, como tantas otras pruebas ciclistas, nació como proyecto de un periódico, en este caso L´Auto Velo, para vender más ejemplares y atraer al público con la seductora historia de un grupo de valientes dispuesto a afrontar el desafío de sus vidas: dar la vuelta a Francia en bicicleta. Nos cuenta el autor cómo en sus orígenes el Tour prohibía cambiar de bici o llevar mecánicos en carrera. Era una aventura descomunal para los corredores que decidían disputarla con etapas que empezaban por la tarde de un día y concluían a la mañana del día siguiente. Ya entonces había triquiñuelas y trampas, que no son intrínsecas a este deporte, sino sencillamente al género humano.
 
El ganador de la edición de 1923, Pélisier, le espetó a los organizadores que "pronto nos colocarán plomo en los bolsillos", a modo de protesta por la exigencia del reglamento y el cada vez más duro recorrido, que incorporó pronto la alta montaña con ascensión a los colosos alpinos y pirenaicos que han acogido grandes gestas de nuestro deporte. Con deleite, pasión, admiración y sorpresa, el lector va descubriendo sin descanso más y más historias del Tour. Conocemos, por ejemplo, el origen de la expresión los esforzados de la ruta, que en realidad partió de otra distinta (los forzados de la ruta) que empleó Albert Londres, periodista del diario Le petit parisien, para relatar una rebelión de los ciclistas contra la organización por la exigencia del recorrido.
 
Entre los retazos de historia del Tour se cuelan los grandes personajes de la historia del ciclismo. En lugar destacado, Fausto Coppi, quien pensaba, nos cuenta el autor, que "la gesta más loca es la gesta más bella". Continúa la espléndida sucesión de grandes gestas, miserias y grandezas del Tour. Historias seductoras como el origen de otra expresión muy empleada en nuestros días, la de un uomo solo al comando (un hombre solo al comando) que empleó un periodista italiano para relatar una escapada en solitario de Coppi en una jornada montañosa. El enfrentamiento entre Coppi y Bartali también cautiva, así como, particularmente, la historia de cómo Bartali contribuyó a salvar la vida de 600 judíos, algo de lo que nunca quiso presumir porque hacía lo que debía.
 
Después llegan otros grandes del ciclismo como el duelo entre Jacques Anquetil y el eterno segundón, Raymond Poulidor. En el capítulo Cuarenta pedaladas se narra con maestría la muerte de Tom Simpson en el Mont Ventoux, víctima del alcohol, las anfetaminas y la ambición desmedida. Aparece por la obra Luis Ocaña y su espíritu indomable frente al más grande ciclista de todos los tiempos, el caníbal Eddy Merckx. El duelo entre Lemond e Hinault en el mismo equipo, la irrupción de Pedro Delgado, a juien no acompañó la suerte en Francia, y el dominio majestuoso de Miguel Induráin en la ronda gala, donde fue el primero (y sigue siendo el único tras la descalificación de Armstrong) en ganar cinco ediciones seguidas o la sorpresa de Óscar Pereiro en el Tour de 2006 y el modo frío en el que recibió el maillot amarillo tras la descalificación de Landis meses después del final de la prueba son otros de los episodios que relata este libro.
 
Hay más. Son muy atractivas las historias del farolillo rojo y las disputas por perder tiempo para tener ese honor de ser el último clasificado, que naturalmente es más vistoso y luce más que quedar penúltimo y que incluso tiene repercusión mediática o premios, como la maglia nera que entregaba el Giro de Italia. Apena leer en esta edición de 2012 el relato de la historia de Lance Armstrong, el texano que venció al cáncer y logró ganar siete Tours de Francia consecutivos. En el libro se cuenta cómo las acusaciones contra él no habían sido demostradas. Lamentablemente, hoy sabemos que el estadunidense sí se dopó como él mismo ha confesado. Forma parte de la complicada convivencia con nuestro pasado que tenemos los aficionados al ciclismo. Algo con lo que hay que aprender a llevar, convencidos de que los esfuerzos de nuestro deporte por la limpieza son denudados y muy superiores a los del resto de deportes.
 
Es, en resumen, un libro maravilloso. Lo guardo desde este momento entre las joyas de mi biblioteca. Sé que volveré a él. A esta obra le debo haber disfrutado como hacía tiempo y el haber podido acceder a historias del ciclismo que desconocía. Será un punto de partida esta lectura, porque voy a buscar, empezando por la bibliografía que cita el autor, más literatura ciclista para aunar así dos de mis grandes pasiones: la lectura y el ciclismo. Excepcional Plomo en los bolsillos. Muy recomendable.


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