El gesto de Tim Cook

Tim Cook, consejero delegado de Apple, escribió ayer un artículo en la revista BloombergBussinesWeek en el que proclamaba abiertamente su homosexualidad. Es un artículo conmovedor. Ojalá algún día no sean necesarios gestos como este de Cook, máximo responsable de la mayor empresa del mundo por capitalización bursátil, en la lucha por la igualdad. Ojalá lleguemos a un punto en el que la orientación sexual de las personas no sea un obstáculo para nadie, no suponga un grave perjuicio para nadie ni deba ser en ningún ámbito un secreto que ocultar y no un rasgo más de la vida privada de cada cual. Desgraciadamente hoy no lo es. No hay más que leer ciertos comentarios en cualquier web a la noticia sobre este artículo de Cook para descubrir que la homofobia sigue muy presente en nuestra sociedad. Eso, en sociedades avanzadas como la nuestra. Qué decir de aquellos países donde la homosexualidad todavía es un delito castigado con la cárcel o incluso con la pena de muerte.

El de Cook es un gesto valiente, movido por la intención de ayudar a los demás. Por ejemplo, a esos adolescentes que sufren en silencio por amar a quien eso que llaman normalidad no permite amar o por sentir lo que no está mayoritariamente aceptado. Para ayudar a esos jóvenes que son maltratados y agredidos por su orientación sexual. A esas personas que son discriminadas en sus trabajos. Sí, siguen siendo necesarios gestos así y por eso se debe reconocer la valentía del máximo responsable de Apple, que cuenta en el artículo cómo le ha costado tomar la decisión de renunciar a mantener en secreto esta parte de su privacidad para así intentar ayudar a la sociedad

El artículo es bello y conmovedor. Seguimos viviendo en una sociedad donde esta clase de gestos son necesarios, como sigue siendo necesario realzar la igualdad entre hombres y mujeres en el mundo empresarial o como sigue siendo necesario combatir el racismo. Esas lacras, homofobia, machismo, xenofobia, siguen existiendo y debemos alabar a quienes se comprometen públicamente contra ellas. "Creo profundamente en las palabras de Martin Luther King, quien dijo que la cuestión más persistente y urgente de la vida es ¿qué estás haciendo para los demás?", escribe Cook en su artículo. Dice que muchas veces se hace sí mismo esa pregunta y que por eso se ha decidido a compartir públicamente lo que sus compañeros en Apple ya sabían, que es homosexual. 

"Ser gay me ha dado una comprensión profunda de lo que significa formar parte de una minoría y me abre una ventana para ver los retos a los que se enfrentan quienes forman otras minorías cada día. Esto me ha hecho tener más empatía, lo que me ha dado una vida más rica", explica Cook. Imposible no alabar sus palabras, no sentirse conmovido y concernido por ellas. Explica también el máximo responsable de Apple que el mundo ha cambiado mucho desde que él era un niño y que en muchos Estados de su país ya es posible el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero también recuerda que existen aún leyes que permiten despedir a personas por ser homosexuales. "Mucha gente, en particular niños, sufren miedo y abusos cada día por su orientación sexual", explica. 

Emociona el razonamiento que hace Cook para dar este paso adelante. Los argumentos que emplea para sentir que, desde su puesto de máxima responsabilidad, puede ayudar a personas homosexuales que lo estén pasando mal. Lo fácil, lo cómodo, sería callar, seguir con su vida sin comprometerse, pero decide dar este gesto. "No me considero un activista, pero me doy cuenta de lo mucho que me he beneficiado del sacrificio de otros. Así que, si escuchar que el consejero delegado de Apple es gay puede ayudar a alguien a ser quien es o puede acompañar a quien se siente solo, o inspirar a la gente para insistir en su igualdad, entonces habrá tenido sentido esta renuncia a mi privacidad", escribe Cook. 

Cook explica que las personas que ya conocían su orientación sexual no han cambiado la forma de tratarlo y escribe también que ser gay le define como persona, sí, pero igual que le define ser amante de los deportes, del campo, ser ingeniero o tío. "Parte del progreso social consiste en comprender que una persona no se define sólo por su orientación sexual", escribe. 

Hay una parte del escrito que las personas homófobas o a aquellas a las que les desagrada esto de que se reivindique la igualdad y los derechos de todas las personas sea cual sea su orientación sexual rápidamente han criticado. Es aquella en la que Tim Cook afirma sentirse orgulloso de ser gay y declara que es una de las mayores bendiciones que le ha dado dios. Yo siempre he defendido que la orientación sexual de cada uno no es algo por lo que sentirse orgulloso ni por lo que dejar de hacerlo. Del mismo modo que uno no se siente orgulloso de haber nacido donde ha nacido o de tener el color de pelo que tiene. Ahora bien, quiere entender que cuando Cook afirma sentirse orgulloso, como tantas otras personas homosexuales, como proclamada la comunidad LGTB cada año en el Día del Orgullo, se refiere a otra clase de orgullo. Al orgullo de haber superado esa fase por la que atraviesan todas las personas homosexuales de aceptación de sí mismo, de comprender que nada han de ocultar porque nada malo hacen. Orgullo por dar la cara contra la intolerancia. Orgullo de sentirse diferente y comprender que no hay que aspirar a eso que se llama la normalidad (como si eso significara algo) a costa de renunciar a tus sentimientos. Orgullo de combatir el odio y la homofobia. Orgullo, en definitiva, de no ocultarse, de hacer eso que tantos gays no pueden todavía hacer en muchos países del mundo como es dar un beso a su pareja en público o ir con ella de la mano. Es esa clase de orgullo a la que la sociedad debería aspirar. Orgullo de una sociedad libre e igualitaria. Gestor como de Tim Cook, no me cabe la menor duda, ayudan a ello. 

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