"Negociador", en la Bombilla

"Odio la solemnidad. Siempre veo impostura en algo solemne". Esta es una de las (muchas) perlas que compartió ayer Borja Cobeaga, director de Negociador, con los espectadores que disfrutamos de la película en el cine de verano del parque de la Bombilla. El cineasta, guionista del mítico programa de la ETB Vaya semanita y del éxito de taquilla Ocho apellidos vascos, acudió al cine de verano junto a Josean Bengoetxea y a Melina Matthews. Uno de los atractivos del Festival de Cine al Aire Libre (Fescinal) es el coloquio posterior a cada película con el director o algún miembro del filme en la pantalla 1 los miércoles. Un placer para los amantes del cine que torna en experiencia formidable cuando quien explica su criatura es un director tan talentoso, divertido, irónico e irreverente como Borja Cobeaga. Fue una noche formidable. 

Negociador es una comedia sobre las negociaciones (o diálogos, según quien lo diga, porque de las disputas por los términos habla mucho esta cinta) entre el gobierno español y ETA. Está basada en hechos reales, en las negociaciones que se llevaron a cabo en 2005. Es un versión libre de aquellos encuentros. Libérrima. Los personajes que aparecen en pantalla están inspirados en los protagonistas reales de esas conversaciones. Ramón Barea da vida a Manu Aranguren (inspirado en Jesús Eguiguren, político del PSE que fue el representante del gobierno en las negociaciones). Él se reúne con dos representantes de ETA sucesivamente, inspirados en Josu Ternera (al que da vida Josean Bengoetxea) y en Thierry (Carlos Areces). 

Ese mensaje de Cobeaga, "odio la solemnidad", resume bien lo que busca con esta película, y lo que consigue retratar. Una película que, según contó, produjo él mismo, rodó en dos semanas y contó con un presupuesto de apenas 400.000 euros. Todo ello después de dar la campanada con Ocho apellidos vascos. Un contraste interesante entre cine comercial y películas más pequeñas, de autor, "un capricho". Dijo Cobeaga que él sería feliz si pudiera hacer cada dos años un exitazo tan rotundo como el de la película más taquillera de la historia del cine español y después proyector de menor tamaño (y mayor independencia, añadimos) como Negociador

La cinta, sí, desmitifica algo tan solemne como las negociaciones entre los representantes del gobierno español y de ETA. Juega con ese contraste entre lo trascendente del asunto tratado, el mayor problema de España durante varias décadas que tanto dolor ha causado, y lo chusco de esas negociaciones, de los tiempos muertos de esos encuentros. Y es ahí, en esos tiempos muertos (contó Cobeaga que pensó titular así la película) donde más brilla esta cinta, a la que el autor da un toque de comedia, o tragicomedia. Uno se ríe mucho. Ello a pesar de lo duro del tema. Hay escenas memorables. Para mí una de las más brillantes es aquella en la que el negociador contrata a una prostituta y le cuenta que está preocupado por un asunto de trabajo. Termina hablándole del conflicto que le ha llevado hasta Francia. Habla del País Vasco, al que unos llaman así, otros Euskadi, otros Euskal Herria. "Eso me recuerda a una compañera que decía que ella era acompañante. Y yo al principio le decía, como tú quieras, pero eres tan puta como yo. Hasta que entendí que se llame como quiera. ¿Para qué discutir por ello? Como si se quiere llamar misionera". Y así. 

Otra escena gloriosa que da idea del tono irónico, cómico, irreverente, que adopta la película se produce en la mesa de negociación, donde hay un personaje extranjero que habla en inglés muy meticuloso que debe saber todo lo que dicen ambas partes y se toma muy en serio el encuentro, con esa solemnidad que desbarata el autor en la cinta. También asiste una traductora. En un momento del primer encuentro, todo son disputas sobre términos. "Estamos negociando", dice el etarra. "Yo me sentiría más cómodo si lo llamáramos diálogo", responde el político vasco. "El final del conflicto", define aquel. "fin de la violencia", responde el otro. "Euskal Herria", continúa el terrorista; "País Vasco", contrapone el político. "Tengo un problema", les cuenta entonces la traductora. No sabe cómo traducir esos términos. "No son lo mismo", responden ambos al unísono. "Ya lo sé, pero es que en inglés se traduce igual". Y quien quiera entender, que entienda. 

La cinta es breve, 80 minutos. Explicó Cobeaga en el delicioso coloquio posterior a la emisión de la película que con todos sus trabajos siempre le ocurre que quiere acortar y que esta es su única película en la que tal vez debería haberse extendido algo más. Es Negociador, contó Cobeaga, la crónica de un fracaso, de unas negociaciones que no fructificaron. De una historia sin climax, con muchos tiempos muertos. "Quise rodar la película solo para rodar la escena en la que Ramón Barea come en el coche una ensalada comprada en un área de servicio durante minuto y medio"·, bromeó (o no, vaya usted a saber) el genial director. De ahí los planos largos, en silencio, que logran transmitir el sopor de los espacios intermedios entre las negociaciones. 

Es una película muy divertida e inteligente que, reconoció Cobeaga, no se podría haber rodado hace unos años. No con ETA activa. Y él es consciente de ello. Era necesario tomar cierta distancia, lograr que la pesadilla haya quedado atrás, aunque el dolor causado no se fue y las vidas rotas no se pueden reparar. Sobre el terrorismo habló el director, sobre otros proyectos con etarras. Hilarantes. Uno de ellos, Fe de etarras, parte de la idea genial de que nombran presidentes de la comunidad de vecinos a dos etarras que tienen allí su piso franco. Este proyecto, cuenta, sí piensa en sacarlo adelante. El otro, desternillante, surrealista, plantea cómo, en el momento justo en el que los etarras van a entregar las armas a la policía, llega una nave extraterrestre que lleva a policías y terroristas a trabajar juntos por la independencia... de la Tierra. Y cuando el etarra va a poner una bomba lapa a la nave espacial descubre que hay un mensaje en ella escrito en euskera. "Este es más ambicioso y no creo que salga, por eso lo cuento", dijo. 

Cobeaga también contó en el coloquio que fue una entrevista a Jesús Eguiguren en Salvados lo que le animó a rodar esta película, donde le interesa el personaje del político vasco, y también que el libro escrito a dos manos entre el político vasco y el periodista de El País Luis Aizpeolea sobre aquellas negociaciones le sirvió para documentar la cinta, que tiene escenas directamente inventadas, pero también otras reales o, al menos, inspiradas en situaciones reales que ocurrieron en las negociaciones. Una de ellas, el encuentro con un camarero español (aquí es de Logroño y en la realidad fue de Valencia) en un restaurante donde el delegado del gobierno español y el líder etarra van a comer para intentar desatascar unas negociaciones que no salieron adelante porque entonces ganó el ala dura dentro de ETA representada por Thierry. La cinta, pese a su tono de comedia, tiene también momentos duros. Porque la historia narrada lo es, aunque gane el tono de comedia, de patetismo en el retrato de los personajes (de todos). Y sobresale el momento en el que, rotas ya las negociaciones, el personaje inspirado en Eguiguren le dice a Thierry que si fracasa el diálogo se pasará el resto de su vida en la cárcel. "Pues tú vete comprándote seis corbatas negras", le espeta el terrorista. Y en la cinta aparece, en efecto, el político vasco poniéndose una corbata negra para asistir al funeral de Isaías Carrasco. 

Aquellas negociaciones fracasaron y en Negociador, más que una toma de postura o un afán documental, se opta por reflejar el contraste entre la solemnidad de aquellos encuentros y las escenas cómicas, algo chuscas, de la intrahistoria de los diálogos frustrados. Cobeaga, a quien un placer conocer en persona, también contó en el coloquio final cuáles son sus próximos proyectos: la secuela de Ocho apellidos vascos, que se estrenará en noviembre; la adaptación cinematográfica de Súper López y un capítulo de El Ministerio del tiempo. Talento y vis cómica no le faltan, como ayer nos permitió constatar en vivo Fescinal. 

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