Homofobia, vuelta al cole y centros comerciales

Como es habitual, El Corte Inglés ha presentado este año su típico anuncio de la vuelta al cole, el que más nos disgustaba de niños, porque significaba que se acababan las vacaciones. En el anuncio se ve a dos padres poniendo (o intentando poner) fundas a los libros del colegio de sus hijos, una de las pesadillas de los progenitores desde que el mundo es mundo. "¿Lo ves? Te dije que con dos papás no es más rápido?" A Hazte Oír, grupúsculo ultraconservador peleado con el paso del tiempo, el anuncio no le ha hecho ninguna gracia. Tan poco le ha gustó que comenzó a recoger firmas para pedir la retirada del spot, porque les resultaba abominable que en él apareciera una familia con dos padres. Recogieron 21.000 firmas y, casualidad o no, la empresa retiró el anuncio hace unos días. Según afirma El Corte Inglés, no ha sido por la presión de este lobby homófobo, sino porque pagó los derechos de la canción del spot durante un tiempo y, cuando se cumplió, retiró la campaña. 


Lo más difícil en esta polémica es saber si esta empresa, que dejó de ser el sumun de la modernidad hace unas décadas y que sigue vendiendo libros de Richard Cohen para "sanar la homosexualidad", dice la verdad o si ha cedido a la presión. Uno quiere pensar que esta organización ultramontana no tiene tanta fuerza de presión como para forzar la retirada de un anuncio, sobre todo porque en Change.org se lanzó otra recogida de firmas que más que triplicó los 21.000 apoyos a la petición homófoba puesta en marcha por Hazte Oír. Puede ser verdad que simplemente se quedara sin los derechos de la canción. Ha retirado ya de su canal de Youtube el vídeo. 

Lo aterrador aquí es que haya a quien le espante que una familia pueda estar formada por dos padres y dos hijos. Es una pelea contra el paso del tiempo que, afortunadamente, estas personas sólo pueden perder. Porque el tiempo pasa. Cuando hayan leído este párrafo, por ejemplo, en función de su comprensión lectora, habrán pasado uno o dos minutos. Y ahora estamos en el siglo XXI. Y la sociedad, aunque no al ritmo que sería deseable, avanza. Las personas homosexuales pueden casarse y adoptar niños en España. Quizá algunos de los firmantes preferirían que estuvieran perseguidos como en tantos otros países del mundo. Pero la sociedad avanza y es difícil luchar contra el paso del tiempo. ¿Ven? Otro minuto. 

Los argumentos esgrimidos por esta asociación ultracatólica son peculiares. Critican que El Corte Inglés utilice el dinero de sus clientes (sí, sí, así lo dicen) para difundir la ideología de género. Obviamente, hablamos de una empresa privada que puede publicitarse como le venga en gana. Ya antes, de hecho, esta compañía incluyó spots con parejas gays (siempre hombres, parece que lo de incluir a una pareja de lesbianas sigue costando) en sus campañas de San Valentín (festividad muy típica de El Corte Inglés). Lo diremos bajito, no vaya a ser que en Hazte Oír se enteren y vuelvan a pedir su retirada, porque tanto Cupido in love, emitido en 2015, como Sí a todo, de este mismo año, se pueden seguir viendo en Youtube, por lo que a esta hora puede haber niños por ahí escandalizándose de que dos hombres se puedan enamorar

O quizá estos dos cortometrajes no les incomodan tanto porque el spot de la vuelta al cole incluye no ya sólo una pareja de depravados que se quieren contra la ley natural de dios, no, es que encima aparecen en una familia, con sus hijos. El lema de Hazte Oír es que El Corte Inglés quiere hurtar a los niños, nada menos, de su derecho a tener un padre y una madre, aunque esto es lo natural, la única opción aceptable. Ya se sabe, para esta gente entre una pareja gay que cuide y quiera a sus hijos y otra heterosexual que no lo haga, siempre, siempre será preferible esta última. No sentirán cariño los niños, pero al menos no saldrán pervertidos

El hecho de que la ira ultraconservadora de esta asociación tan peleada con el paso del tiempo se centre en un anuncio de la vuelta al cole es también digno de mención. Porque es fácil presumir la idea de respeto e igualdad que esta gente transmitirá a sus hijos. Es fácil intuir lo que les dirán si alguno de sus amigos tiene dos padres o dos madres. También resulta sencillo prever cómo se sentirán sus hijos si son homosexuales, qué temor no sentirán al desprecio y el odio que escupen sus progenitores cada vez que hablan sobre "la ideología de género" mientras echan espumarajos por la boca. Y es especialmente relevante este episodio público de homofobia, especialmente dañino, cuando cada año miles de niños y niñas sufren discriminación en la escuela por ser diferentes, por sentir diferente. 

La campaña de El Corte Inglés es un anuncio. Punto. No tiene más trascendencia. Pero sí es relevante que existan lobbys al acecho de cada avance en derechos o en visibilidad de minorías para intentar frenarlos. Como necesario es que responder a la homofobia de esta gente. Porque en cuestión de igualdad de derechos, cuando no se avanza, se retrocede. Hay que seguir pedaleando. Y es importante combatir los retrocesos que pretenden organizaciones casposas y retrógradas. A raíz de esta polémica (polémica porque haya 21.000 personas a las que les da urticaria la homosexualidad, no porque un centro comercial en el siglo XXI visibilice distintos tipos de familia en un spot), por ejemplo, algunos hemos descubierto la existencia de una web, Actuall, que se dedica a denunciar cada avance en la libertad de las mujeres, los transexuales o los gays. 

Entre sus artículos estrella hay uno, El Corte Inglés y la nieve negra, de Luis Fernando Pérez Bustamante, bastante inquietante, que procede del blog Infocatólica, otro portal consagrado a frenar las hordas modernizadoras y el lobby gay. Ojo a su argumentación: "Decía Aristóteles que quien pregunta si la nieve es blanca, no merece una respuesta sino un castigo porque ha perdido el sentido de lo obvio". Hasta aquí, bien. El tema es que para este buen hombre (Pérez Bustamente, no Aristóteles) lo obvio es que un niño debe tener un padre y una madre, aunque "las leyes intentan convencer a la sociedad, por otra parte dispuesta a aceptar cualquier barbaridad, de que es cosa buena, natural y conveniente que un niño pueda ser adoptado por parejas del mismo sexo". Según él, en las escuelas, las mismas donde niños y niñas homosexuales sufren discriminación a diario, se adoctrina  en una idea de familia contranatura. El final del artículo es grandioso: "den ustedes por hecho que escribir artículos como este será algo penado con la cárcel". Hombre, con la cárcel, no. Pero eso de andar difundiendo el odio a minorías no debe ser premiado en ninguna sociedad avanzada. 

Se presenta como obvio, como natural, como la única opción posible. Pero no es así. Si la sociedad hubiera aceptado este tipo de argumentos (esto es así y punto) las mujeres jamás habrían podido votar en unas elecciones ni habrían salido de sus casas y las personas homosexuales no habrían conseguido (sólo en algunos pocos países, todavía) tener los mismos derechos que las heterosexuales. La sociedad avanza y esta gente que anda enfadándose con El Corte Inglés por hacer anuncios propios del siglo XXI debe de sufrir a diario, al ver que, aunque sigue existiendo mucha homofobia, cada vez hay más respeto a la diferencia. Y es algo imparable. Porque las sociedades no suelen quedarse atrapadas en el tiempo, aunque siempre haya quien pretenda evitarlo. Por cierto, llama la atención que estas webs u organizaciones ultracatólicas denuncien todo lo que a ellos les parece una barbaridad pero callen ante los repugnantes y numerosos casos de pederastia en el seno de la Iglesia. Porque supongo que eso no es precisamente natural. 

Mientras unos defienden el odio, es importante que haya respuestas, reacción de la inmensa mayoría de la sociedad, defendiendo el amor y el respeto. La igualdad. Vivimos en el siglo XXI. Y el reloj sigue corriendo en el mismo sentido, no hacia atrás, como pretende Hazte Oír

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